Battersea, un oasis para ciclistas en el corazón de Londres.
Los inicios de Battersea Park se remontan a la época de la reina Victoria, cuando se reservaron terrenos para revitalizar una zona pobre y obrera de la ciudad. Sin embargo, el ciclismo alcanzó su verdadero apogeo en la década de los 90, cuando se prohibieron las bicicletas en Hyde Park y Regent's Park, y los ciclistas acudieron en masa a Battersea para disfrutar de la sombra de sus árboles, las vistas del Támesis y sus senderos.
Hoy en día, es un lugar estupendo para dar vueltas (3 km alrededor del circuito principal) o visitar el zoo, el lago con barcas y el quiosco de música. Desde aquí, puedes bordear el Támesis pasando por el London Eye y la Tate Modern hasta Greenwich, o dirigirte a Richmond Park, de 2.500 acres, donde un montón de ciclistas entrenan los fines de semana.
También es un lugar ideal para el ciclismo de montaña: el Tasmin Trail, de 11,5 km, rodea el parque e incluso cuenta con algunos singletracks. Para practicar más mountain bike tendrás que ir más lejos, a Chicksands, o a la arcilla blanda de Surrey Hills y los senderos para saltar de Rogate.
Lo mismo ocurre con el gravel: prueba la ruta de Crystal Palace a Croydon, dirígete hacia Kent o explora Surrey Hills o Epping Forest. En cualquier caso, no dejes de participar en la gigantesca RideLondon, en la que decenas de miles de ciclistas salen de la capital para adentrarse en la campiña de Essex.