Una bicicleta preparada para gravel
Para explorar los caminos más allá del asfalto es fundamental tener una bicicleta preparada para gravel. Esta ha de tener cubiertas que sean lo suficientemente grandes para garantizar un rodaje cómodo sobre una variedad de superficies, y un amplio rango de desarrollos para poder subir con seguridad cualquier pendiente.
Repón energías para salir en busca de aventuras
Asegúrate de ir bien equipado para explorar nuevos caminos con agua de sobra y algo de comer. Las bicicletas de gravel tienen múltiples anclajes para bidones, de manera que puedas transportar todo el agua que necesites para disfrutar más tiempo.
Una solución rápida para tus pinchazos
Todos pinchamos alguna vez, sobre todo al rodar por superficies más accidentadas como las de gravel. Asegúrate de que llevas todo lo que necesitas como un kit antipinchazos que incluya una cámara de repuesto, una bomba manual, cartuchos de CO2, desmontables y una multiherramienta.
Para ver y ser visto
Las carreteras secundarias y las condiciones cambiantes son retos específicos a los que debe hacer frente cualquier ciclista. Pedalear con luces de circulación diurna hace que los coches, camiones, motoristas y, a veces, incluso los tractores te vean más fácilmente, desde el amanecer hasta el anochecer.
Ve con algún sistema de guía
Hay millones de kilómetros de caminos de gravel por todo el mundo, lo que significa que hay infinitas oportunidades para explorar. No es necesario disponer de un dispositivo GPS, pero puede ser de ayuda para no perderse por el camino incluso en lugares con poca cobertura.
Cárgala a tope
Muchas bicicletas de gravel vienen equipadas con anclajes para acoplar equipamiento como bolsas en el tubo horizontal, bolsas para cuadro e incluso portabultos. Lleva todo lo que necesites para tus aventuras y deja que sea tu bicicleta la que carga con el peso.