Las innovaciones en la tecnología de la suspensión han ayudado a aumentar la velocidad, la seguridad y la diversión en el ciclismo de montaña. Seguramente, muchos ciclistas de montaña han experimentado en alguna ocasión cómo la suspensión trasera se bloqueaba al frenar cuando se aproximaban a un obstáculo importante o a una curva muy cerrada.La secuencia siempre era la misma: frenabas, la horquilla se comprimía y el amortiguador trasero se descomprimía; y ni lo uno, ni lo otro era efectivo. Al pasar por encima de los baches, la rueda trasera daba la sensación de estar saltando, con lo que perdías confianza en la suspensión, especialmente en los momentos donde más la necesitabas. Sólo tenías dos opciones: frenar mucho antes de llegar a un obstáculo, con lo que perdías el ritmo; o intentar rodar con la mayor velocidad posible, a pesar de no tener suficiente confianza. Al cambiar la ubicación del pivote de la suspensión trasera, los ingenieros de Trek crearon un sistema que impedía que la suspensión se bloquease. Ahora al frenar, la suspensión se mantiene activa, de esta forma ya no tendrás que elegir entre usar los frenos o la suspensión cuando llega el momento de rodar por los terrenos más complicados. Gracias al ABP, ambos funcionan conjuntamente. De esta forma, se mantiene la tracción en todo momento, ya que la cubierta trasera queda firmemente pegada al suelo cuando se activa la suspensión. Al haber más contacto con la cubierta, la potencia de frenada aumenta y ya no es necesario perder tanto tiempo frenando. Reducir la carga sobre la horquilla te permite mantener la estabilidad y el manejo necesarios para rodar sobre tramos de piedras a gran velocidad.Los senderos abruptos requieren que la suspensión funcione en todo momento, independientemente de que frenes o no.