Un sillín es el componente más personal de una bicicleta, y pedalear con uno que te vaya bien es básico para ir cómodo y tener un buen rendimiento. Después de todo, el sillín es uno de los tres puntos de contacto de tu cuerpo con la bicicleta. Y, seamos sinceros: nada arruina una buena salida más rápido que la incomodidad en tus tejidos blandos. Estamos aquí para que no te pase.
Entonces, ¿cómo sabrás si un sillín te va bien? Te vamos a guiar a través de todo el proceso para que sepas todo lo necesario a la hora de escoger un sillín, incluidas sus partes, los distintos tipos, y qué deberías tener en cuenta a la hora de comprar uno.
Sillines de triatlón: Postura 1
Cuando compites en un triatlón o una contrarreloj, quieres cualquier ventaja para enfrentarte al viento. Estos sillines se han diseñado para apoyar a los ciclistas que se colocan en la postura aerodinámica más agresiva.
Sillines de competición: Postura 2
Estos sillines son ideales para ti si compites en carretera o montaña. Confieren un soporte a los ciclistas que adoptan una postura adelantada para obtener potencia y rendimiento. Son perfectos para ciclistas de carretera rápidos, corredores de critériums y ciclistas de cross country competitivos.
Sillines de rendimiento: Postura 3
Los ciclistas más entusiastas, e incluso la mayoría de los que compiten, serían mejores sobre un sillín de resistencia. Son sillines perfectos para ciclistas de carretera que practiquen la resistencia, los de montaña que practiquen trail, y para cualquiera que tenga objetivos relacionados con la velocidad y la distancia.
Sillines de fitness: Postura 4
Si te gusta entrenar durante tus salidas, pero en una postura un poco más erguida que la que se adopta con un manillar de carretera, el sillín perfecto para ti está justo aquí.
Sillines confort: Postura 5
¿Listo para pasear cómodamente? Si eres ciclista por placer, y pedaleas en una postura erguida cómoda para admirar las vistas, el sillín adecuado para ti es el confort.