Aquí viene una verdad como un templo y una gran dosis de transparencia. No importa con qué material esté hecha tu bicicleta: cualquier proceso de fabricación libera gases de efecto invernadero y aerosoles. Conclusión: las bicicletas son buenas por naturaleza, pero como cualquier cosa que requiere un proceso de fabricación, conllevan un coste para el medio ambiente. La buena noticia es que haciendo algo tan sencillo como utilizar la bicicleta exactamente para el uso previsto, puedes compensar completamente el coste en carbono que supone su fabricación.
La Regla del 692 es una fórmula que demuestra que si recorres 692 km en bicicleta, en lugar de hacerlo en coche, puedes compensar el coste en carbono de tu nueva bicicleta. Cualquier recorrido que supere los 692 km hará que la huella de carbono de tu bicicleta pase a ser cero.*
*La Regla del 692 es una directriz basada en el promedio estimado de nuestros modelos de bicicletas de 2019 más populares. Ten en cuenta que el kilometraje concreto para compensar cada modelo varía, ya que el coste en emisiones de carbono también lo hace.